tengo deseo de tenerte entre mis brazos,
de ahogar esta melancolía
que se escapa en un desespero.
En la penumbra de la noche,
un susurro llega hacia mi;
¿sera acaso el suspiro de tu pecho
que me dice que ya estas aquí?
Y pregunto al firmamento una y otra vez
cuanto más durara la tardanza
de que llegues a junto mía
y sosiegues esta agonía que me mata.
Hoy te espero con mi alma,
ya no puedo ni quiero estar sin ti,
nunca perderé la esperanza
de tenerte siempre aquí junto a mi.
Hoy espero con ansias
poder embriagarme de tus besos,
aquellos que apagaran mi tristeza;
y poder así sentir el cielo entre tus brazos.
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